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el periodico de saltillo

Marzo 2018

Edición No. 349


“La Coneja”, el peculado y la “tortura”

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Alejandro “La Coneja” Gutiérrez en chirona -allá en Chihuahua-, dicen sus familiares que lo
torturaron y doparon para confundirlo y hacer que firmase una declaración de culpabilidad.
Le dieron Clonazepam, Lorazepam y diuréticos, los que seguramente algún doctor le recetó de
verlo tan afligido por haber sido sorprendido con las manos en la masa. No creo que lo hayan
obligado a tomarse esas pastillas, “La Coneja” no es un niño, es un soberano lagartón.

 

Existe una denuncia de “tortura” contra la fiscalía de Chihuahua. Los familiares de “La Coneja” Gutiérrez dicen que al priista le estuvieron administrando “de manera obligada”, cosa muy difícil de creer, drogas para confundirlo y hacerle firmar una confesión previamente redactada. Dicen los familiares que al visitarlo lo notaron drogado y hasta babeando, por lo que recurrieron a la enfermería del penal para saber que le habían suministrado. Es lógico que un alto funcionario del PRI, encumbrado y muy rico como es Alejandro Gutiérrez, el que estaba enlistado para ser gobernador de Coahuila, de repente cae en la cárcel, lo natural es que más que confundido está sorprendido, mortificado y deprimido, por lo que algún doctor le suministró medicinas para el control del estrés, no para martirizarlo y hacerlo firmar ningún papel.

Está preso porque cometió un delito totalmente comprobado y tipificado como grave, trianguló 250 millones ya en propiedad del gobierno de Chihuahua hacia algunas universidades, supuestamente, pero la realidad es que le mandó al PRI 246 millones de pesos robados y cuatro millones los canalizó a una de sus empresas. Esos cuatro millones desviados a su peculio, fue la clave para tipificar el fraude al erario y fincarle las responsabilidades que lo tienen tras las rejas. El PRI negoció por medio de Navarrete Prida, secretario de Gobernación, directamente con Javier Corral, gobernador de Chihuahua, tres cosas: Una, entregarle los 900 millones de pesos que por justicia le fueron otorgados a ese estado por medio de un acuerdo entre la Secretaría de Hacienda y el gobierno de Chihuahua. Dos, activar las 11 denuncias contra Javier Duarte por peculado y otros ilícitos, con el fin de extraditarlo. Tres, a cambio de los puntos uno y dos, trasladar al reo a una cárcel federal. Al reo, reitero, no el expediente que está en manos de jueces de Chihuahua.

Este asunto trae de cabeza al PRI porque Javier Corral y los agentes del Ministerio Público del estado descubrieron el esquema utilizado por el PRI para desviar dinero previamente otorgado por la Secretaría de Hacienda, cosa que involucra al jefe de Alejandro Gutiérrez que era nada menos de Manlio Fabio Beltrones el que en esas fechas era el presidente del PRI. Esto es, que se trata de un esquema elaborado por el PRI y el secretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña, cosa que mantiene en ascuas al candidato del PRI a la presidencia y al propio Peña Nieto.

Tenemos que considerar como cierto que el PRI es una maquinaria fraudulenta muy bien aceitada y que en este caso fueron pillados clara y plenamente en un fraude de grandes proporciones.

¿Para qué quiere el PRI trasladar a “La Coneja” a una cárcel de jurisdicción federal sino es para sacarlo libre? Le cambiaron de juez y pusieron al mismo juez que lleva el asunto de Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz que ya está encarcelado por infinidad de delitos, los mismos que este juez a modo le ha ido quitando culpas a Javier Duarte para beneficiarlo. Peña Nieto por medio del PRI y de los jueces federales está tratando descaradamente de diluir los delitos de Javier Duarte y pretenden hacer lo mismo con Alejandro Gutiérrez, cosa que el gobernador de Chihuahua no lo permite. En un video dirigido a los habitantes de Chihuahua pero que circula en las redes a nivel nacional, Corral asegura que seguirá adelante en su empeño de llevar a juicio a César Duarte y sus cómplices ya que considera que este esquema fraudulento en Chihuahua, seguramente lo han replicado en otros estados en los que el PRI gobierna y en los que personas de las más altas esferas políticas están coludidos, incluido el presidente Peña Nieto.

No es por fobia al PRI por lo que la mayoría de los mexicanos quiere un cambio de gobierno y de gobernantes, es la necesidad ingente que tiene México y los mexicanos de salir de este estado de cosas deshonestas, ya es tiempo de voltear hacia el futuro, hacia otros estadios promisorios en los que nuestros hijos no hereden de esta generación, la nuestra, un país podrido, una nación sin esperanza de desarrollo y progreso en el que los beneficiados del sistema político son unos cuantos vividores. Hagamos que sean primero, las clases más necesitadas las que reciban los beneficios del cambio, pero… Hagamos posible el cambio de forma civilizada, pacífica y ordenadamente. Por qué lo digo? Porque el PRI le apuesta a crear un desorden social en caso de perder la elección, provocar un conflicto para justificar la intervención del ejército y dejar todo como está, en manos de ellos. No sería la primera vez que el PRI lo haría, una de esas veces fue el 2 de octubre de 1968 O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

 

 
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